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Coworking: la cultura empresarial de las nuevas generaciones

En vísperas de finalizar el año 2019, tanto las empresas con una trayectoria ya considerable, como las nuevas que vienen surgiendo, analizan sus próximos pasos y los importantes cambios a los que habrán de enfrentarse al avecinarse, no solamente un nuevo año, sino toda una nueva década.


El mayor reto de la empresa moderna es adaptarse a nuevos espacios, digitalizando y eficientizando los procesos que involucran el entorno de trabajo. A nivel internacional, son cada vez más los negocios que optan por operar desde centros de coworking; espacios que contienen desde áreas comunes, oficinas privadas y salones de conferencias, hasta amplias salas con capacidad para pequeñas y medianas empresas.


Estos centros, cuyo fin es el de ofrecer espacios de trabajo, tanto a negocios como a personas físicas por medio de membresías temporales o permanentes, han adquirido un auge significativo por su versatilidad y practicidad; atributos infalibles para el modelo operativo de las nuevas generaciones.

Muchas son las ventajas que destacan al momento de decidir incorporar la cultura del coworking como parte del modelo de negocios de una empresa, entre ellas podemos mencionar:


Optimización de costos: Los gastos en los que incurren las empresas al momento de comprar o alquilar un inmueble se hacen innecesarios con la modalidad coworking, que con distintas opciones de membresías, ofrecen beneficios a los clientes a través de un paquete “ todo-incluido” . Además, esto les dala posibilidad a los colaboradores de trabajar de manera remota cuando no se encuentran en el espacio asignado, gracias a la digitalización de los procesos.


Diversidad: En un espacio de coworking conviven distintas empresas y proyectos, lo que no solo permite a los empresarios y colaboradores conocer nuevas formas de trabajo y modelo de negocios, también se convierte, en sí mismo, en un centro de networking en el que se construyen nuevas y productivas relaciones de negocios que pueden terminar en nuevos proyectos, alianzas o acuerdos comerciales. entre las empresas que allí se desempeñan.


Flexibilidad: Un punto bastante positivo al elegir un centro de coworking como lugar de trabajo es la flexibilidad de espacios y salones que ofrecen. En los distintos paquetes suele incluirse un acceso limitado, o ilimitado a las áreas del lugar; que en ocasiones de necesitarlo, con tan solo una adaptación o un costo adicional se puede obtener, por ejemplo, alguna sala de conferencia para reuniones puntuales o alguna oficina privada, entre otros servicios.


Horizontalidad: Contando con la inclinación de las nuevas generaciones hacia un modelo de interacción horizontal, se podría afirmar que un espacio de coworking es el lugar ideal para conseguir dicha sinergia entre los equipos. La diversidad de proyectos y negocios que pueden existir trabajando en la misma área, permite que los colaboradores se desapeguen del tradicional modelo jerárquico y tengan más apertura para interrelacionarse.


En un entorno empresarial que cada vez reconoce más la importancia de construir relaciones e integrar equipos de trabajo para el clímax de la productividad, los caminos se direccionan hacia la construcción de una cultura cooperativa, de la mano de espacios de coworking en los que, compartiendo momentos en un “common lounge” pueden surgir nuevos negocios que aporten al surgimiento y crecimiento de nuevas empresas e iniciativas.


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